quinta-feira, 6 de novembro de 2008

Fragmentos del discurso amoroso

Para T., sólo el tiempo tiene la respuesta


I.
Estaba yo así
tan distraída, tan perdida
cuando la luna me llamó:
mira lindo, mira cálido
y ahí, entonces, ya verás.
Era un enamoramento reflejado
en las águas suaves de una pileta.
Era yo, era él
éramos, fuímos, encuentrados.


II.
Un compartimiento
de río y mar, mar y río
uno jamás sabrá:
¿para que tanta sensibilidad?
--- ¡ah, sendero desconocido!
Aunque los espinos sean muchos,
siempre valerá la pena.
Aunque.


III.
Viene verano, viene invierno,
nieve, lluvia, sol y plumas.
El jardinero no se sabe si vendrá.
La flor sigue gañando su batalla por la vida,
pero hay que darle cielo.
Cielo y sueño.
Sueño y alas.
Quizás palabras...

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